La actriz Angélica Rivera vive hoy un nuevo papel coestelar, ahora en la pelea por la Presidencia de la República. Con 20 años de trayectoria en el medio artístico, La Gaviota es coprotagonista de la campaña que encabeza su esposo, Enrique Peña Nieto.
A sus 42 años de edad, la ganadora de tres premios TVyNovelas –mejor actriz protagónica, antagónica y revelación juvenil– se ha convertido en un personaje inseparable del abanderado de la coalición PRI-PVEM.
Su presencia es constante en todos los actos, mítines y reuniones en los que participa el ex gobernador del Estado de México.
Desde los primeros minutos del 30 de marzo, La Gaviota sostiene en su mano un iPhone con el que graba y retrata algunos aspectos de la campaña de Peña Nieto que no se pueden apreciar a simple vista, ya sea por los tumultos, las medidas de seguridad o por la intimidad de los espacios.
Con el título "Lo que mis ojos ven y lo que mi corazón siente", la actriz ha colgado en YouTube pequeñas cápsulas en las que narra momentos previos a los actos masivos o parte del ambiente que tanto ella como su esposo viven en casa, en las calles y en los pasillos de vallas metálicas colocados en las concentraciones de simpatizantes.
Antes de que iniciara la campaña, en diciembre de 2011, Rivera apareció con Peña Nieto en un promocional para felicitar a los mexicanos por las fiestas de fin de año.
Ahora, la actriz forma parte de la estrategia electoral y de imagen del abanderado presidencial, por lo que su look también se ha ceñido a los criterios de los asesores priistas.
Tal y como ocurre con Peña Nieto, desde la primera semana de febrero el color rojo quedó prohibido para el vestuario de la ex presidenta del DIF mexiquense, quien siempre se presenta ataviada con indumentarias en blanco, combinadas con tonos suaves como el beige o el lila.
En una próxima etapa de la campaña, la actriz también aparecerá en los spots de televisión que serán colocados al aire en busca de electores.
Considerada por los priistas como "un arma electoral" que servirá para mantenerse al frente de las preferencias de los votantes, la actriz ha adoptado el lenguaje corporal de los políticos.
Sus ademanes para saludar a las masas desde el templete –con los brazos en alto o en señal de abrazo– son repetitivas y prácticamente iguales a las utilizadas por el propio Peña Nieto.
A sólo una semana del arranque oficial del proselitismo, Rivera ya pronunció su primer discurso y ha ofrecido entrevistas para hablar sobre las cualidades su marido, con quien contrajo nupcias en noviembre 2010.
En Guadalajara, durante una reunión con miles de mujeres que la coreaban con el sobrenombre de "socia", fue ella quien llamó a votar por el candidato priista.
"De verdad, de corazón, les puedo decir que pueden confiar en este hombre que cree al cien por ciento en las mujeres", expresó (Reforma, 31/03/12).
El pasado miércoles, en Veracruz, Rivera se ocupó de dar entrevistas para asegurar que, de ganar la Presidencia, Peña Nieto dará prioridad a una política social que brinde atención a niños, mujeres y ancianos.
Destilando amor
Según Angélica Rivera, lo más importante siempre es la familia.
En su conducta pública, La Gaviota se muestra cariñosa con el candidato presidencial, a quien ha calificado como el amor de su vida.
Lo abraza, lo besa, lo acaricia y lo toma de la mano.
Él la busca constantemente y se refiere a ella con la palabra "amor".
Frente a las cámaras, no pierden la sonrisa, bromean y hacen evidente el contacto visual que casi siempre termina con un beso en los labios.
La Gaviota también se muestra cariñosa con los seguidores de Peña Nieto.