martes, 8 de mayo de 2012

¿Quién ganó el debate?


Ganó México.
Porque a pesar de los malos augurios, el encuentro de los candidatos presidenciales se desarrolló en normalidad democrática y porque pese a la inevitable presencia de los ataques, hubo tiempo para esbozar propuestassobre economía y empleo, seguridad y justicia, desarrollo social y desarrollo sustentable.
Porque a diferencia de 2006, cuando en un acto lleno de soberbia o de temor al supuesto “complot” el puntero de las preferencias electorales (AMLO) no se presentó y dejó el atril vació; en esta ocasión el que lleva la delantera no evadió el debate y no sólo presentó a sus propuestas, sino que respondió cada uno de los cuestionamientos en su contra.
Porque a pesar de la frustrada y antidemocrática petición de cierto sector social sobre una cadena nacional para la transmisión del debate, la audiencia acumulada del encuentro fue de más de 23 puntos, por encima del temido partido de fútbol Monarcas-Tigres. Porque pese a la visión catastrofista y conspiratoria de algunos, la ciudadanía se interesó por un asunto público de vital importancia.
Porque fueron 577 permisionarios y 484 concesionarios de radio y televisión que transmitieron el debate, por obligación en el caso de los primeros y por motu propio en el caso de los concesionarios; además de que se llevaron a cabo innumerables mesas de debate sobre el debate, en las que políticos y analistas contribuyeron al fortalecimiento de la opinión pública.
Porque las redes sociales en Internet explotaron antes, durante y después del debate; desde una posición militantes/simpatizante, hasta la más crítica y propositiva, incluso sin dejar de cuestionar/aplaudir/ironizar  el episodio de 18 segundos por los que la polémica edecán del IFE consiguió fama nacional.
Porque, considerando que Enrique Peña Nieto muy probablemente sea el próximo presidente de México, quedó claro que tiene la capacidad de contrastar y defender planteamientos frente sus adversario políticos. Porque de la misma manera, se echó abajo el mito de que el mexiquense no era capaz de hilar una idea y sostener un argumento sin la ayuda de un teleprompter.
Porque pudimos ver a los candidatos tal como son: a Josefina, desesperada por revivir su campaña; a Peña Nieto defendiendo su primer lugar; a López Obrador con el mismo discurso rijoso de hace 7 años, y a Quadri dando la sorpresa. Porque algunos electorales confirmaron su preferencia y otros la reconsideraron.

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